Detección de fallos en los inyectores debidos a la contaminación del gasóleo
Muchas “fallas de inyectores” no se deben a un inyector defectuoso, sino a diésel contaminado. Precisamente porque los sistemas common-rail modernos trabajan con presiones extremadamente altas y tolerancias microscópicas, incluso pequeñas cantidades de agua, suciedad o lodo microbiano pueden provocar funcionamiento irregular, problemas de presión en el rail, humo y fallos de emisiones / postratamiento. Por eso, en esta guía explicamos los tres tipos de contaminación más comunes, mostramos cómo cada uno daña inyectores, bombas y el sistema rail y, sobre todo: cómo detectar la contaminación del combustible antes de que fallen los inyectores.
Por qué la contaminación del diésel causa tantas “fallas de inyectores”
Cuando la calidad del combustible es mala, los inyectores suelen ser los primeros componentes en mostrar síntomas. El cliente puede culpar al inyector, pero la causa real puede ser:
- Desgaste abrasivo por partículas sólidas
- Corrosión y pérdida de lubricidad por agua
- Obstrucción del filtro y depósitos pegajosos por crecimiento microbiano
Sustituir inyectores sin corregir la fuente de combustible no solo aumenta el riesgo de daños repetidos, sino también de retornos costosos, especialmente en vehículos Euro 6/VI con sistemas DPF y SCR. En estos motores, cualquier alteración de la combustión afecta directamente las emisiones, las regeneraciones y la dosificación de AdBlue, por lo que causas pequeñas pueden generar costes grandes.
Los 3 principales tipos de contaminación del combustible diésel
1) Contaminación por agua (condensación o mal almacenamiento)
El agua es, sin duda, uno de los contaminantes más dañinos en los sistemas diésel modernos. Suele entrar por condensación en el depósito, por un almacenamiento deficiente, juntas con fugas o por fuentes de suministro contaminadas. Como consecuencia, se reduce la función protectora del combustible y los daños pueden aparecer mucho más rápido.
- Efecto: reduce la lubricidad, favorece la corrosión y puede causar rayado en la bomba y el inyector.
- Consecuencias: presión del rail inestable, dificultad de arranque, ralentí irregular, fugas internas (alto retorno).
- Riesgo oculto: el agua permite el crecimiento microbiano (“plaga del diésel”).
2) Partículas sólidas (óxido, polvo, depósitos del tanque)
Incluso partículas sólidas muy pequeñas pueden dañar los componentes internos del inyector y obstruir los micro-orificios de la tobera. En sistemas de alta presión modernos, una contaminación mínima basta para que los síntomas aparezcan rápidamente. Las fuentes típicas incluyen tanques oxidados, polvo durante el repostaje, contenedores de almacenamiento envejecidos y una filtración insuficiente. Esto incrementa el desgaste y, al mismo tiempo, puede desajustar el patrón de pulverización y la cantidad inyectada.
- Efecto: desgaste abrasivo en superficies de precisión y obstrucción de vías de flujo críticas.
- Consecuencias: mal patrón de pulverización, restricción de la tobera, combustión irregular, humo y más hollín.
- Indicio frecuente: obstrucción repetida del filtro y depósitos oscuros en la carcasa del filtro.
3) Crecimiento microbiano (“diesel bug”)
Los microorganismos crecen donde se encuentran el diésel y el agua, normalmente en el fondo del tanque. Forman lodo y subproductos ácidos que contaminan todo el sistema de combustible.
- Efecto: depósitos viscosos, obstrucción rápida del filtro y corrosión acelerada.
- Consecuencias: problemas de conducción intermitentes, filtros que se tapan repetidamente, restricción del inyector y presión del rail inestable.
- Entornos típicos: vehículos con largos periodos parados, flotas con tanques de almacenamiento, maquinaria estacional o climas húmedos.
Cómo el combustible contaminado daña inyectores, bombas y el sistema rail
La contaminación del combustible suele producir una cadena de daños típica:
- Sobrecarga del filtro de combustible: la contaminación satura el filtro rápidamente; la restricción reduce la presión de alimentación.
- Esfuerzo en la bomba: baja lubricidad y partículas abrasivas desgastan la bomba de alta presión y las válvulas de control.
- Inestabilidad de la presión del rail: restricciones y fugas provocan desviaciones de regulación y problemas de conducción.
- Daños típicos en inyectores: fugas internas, agujas que se atascan, obstrucción de toberas o mala atomización.
En cuanto se degrada el patrón de pulverización, los problemas de emisiones se agravan rápidamente, especialmente en motores Euro 6/VI.
Síntomas visibles vs. síntomas de diagnóstico
Síntomas visibles (lo que se puede ver u oler)
- Turbidez o separación de fases en una muestra clara
- Sedimento en el fondo del recipiente de muestra
- Olor inusual (un olor ácido/químico puede indicar crecimiento microbiano)
- Rápida decoloración del filtro o presencia de lodo
- Rastros de óxido en la carcasa del filtro o en el líquido drenado del separador
Síntomas de diagnóstico (lo que se ve en datos y comportamiento)
- Dificultad de arranque, ralentí irregular, tirones
- Presión del rail inestable (desviación entre valor objetivo y real)
- Alto retorno (fuga interna por desgaste/agua)
- Síntomas tipo fallo de encendido o valores de equilibrado/rugosidad por cilindro
- Más humo y aumento de la carga de hollín en el DPF
- Fallos relacionados con SCR/NOx por mala combustión y emisiones inestables
Por qué el combustible contaminado aumenta el hollín y sobrecarga NOx/DPF/SCR
Mal patrón de pulverización → combustión incompleta
El combustible contaminado suele dañar tanto las toberas como el control del inyector, lo que puede causar mala atomización o goteo. Como resultado, el combustible se quema de forma incompleta y la formación de hollín aumenta notablemente. Esto hace que la combustión y el postratamiento se desequilibren con rapidez.
Más hollín → sobrecarga del DPF
Más hollín significa una carga más rápida del DPF y, por lo tanto, regeneraciones más frecuentes. El consumo de combustible aumenta de forma perceptible, mientras que también crece el riesgo de fallos del DPF o modo de emergencia. En trayectos cortos, este efecto puede intensificarse aún más.
Combustión inestable → carga para NOx y SCR
Si la combustión se vuelve inestable, el NOx “a la salida del motor” puede aumentar. El sistema SCR debe trabajar más, lo que incrementa el consumo de AdBlue. Los sensores NOx pueden mostrar valores poco plausibles o fluctuantes y generar fallos de eficiencia o plausibilidad, especialmente cuando la temperatura de escape y la dosificación ya están en el límite.
Mensaje clave: la contaminación del combustible no solo daña los inyectores: a menudo desencadena una reacción en cadena en todo el sistema de postratamiento. Cuando la combustión se vuelve inestable, aumentan las cargas de hollín y NOx, se incrementan las regeneraciones del DPF y el control del SCR/AdBlue y la sensórica trabajan bajo mayor estrés. Por eso, los síntomas suelen parecer un fallo de componente, aunque la causa real sea el combustible.
Cómo detectar la contaminación del combustible antes de que fallen los inyectores
Estas comprobaciones de taller pueden hacer visible la contaminación de forma temprana y ayudar a evitar sustituciones repetidas de inyectores:
1) Prueba de muestra en frasco transparente
- Tome una muestra de combustible en un recipiente transparente.
- Deje reposar la muestra 10–20 minutos.
- Observe separación de agua, turbidez, sedimentos o capas inusuales.
2) Inspección del separador de agua y drenaje
- Drene correctamente el separador de agua y revise el líquido drenado.
- La presencia recurrente de agua indica un problema de suministro/almacenamiento que debe corregirse.
3) Inspección del filtro de combustible (muy reveladora)
- Revise la carcasa del filtro en busca de lodo, óxido o depósitos tipo gel.
- Si el procedimiento del taller lo permite, abra el filtro usado y busque patrones de suciedad inusuales.
- La obstrucción frecuente del filtro es un indicio fuerte de suciedad, crecimiento microbiano o depósitos del tanque.
4) Datos en vivo: estabilidad de la presión del rail
- Compare la presión objetivo vs. real en ralentí y bajo carga.
- Restricciones o desgaste del inyector (por contaminación) suelen verse como inestabilidad y desviaciones de presión.
5) Prueba de retorno / leak-off
- Un retorno elevado puede indicar desgaste interno, acelerado por agua o baja lubricidad.
- Compare cilindros: los episodios de contaminación suelen afectar a varios inyectores, no solo a uno.
6) Auditoría del tanque y suministro (para flotas)
- Revise los tanques de almacenamiento por acumulación de agua y el plan de mantenimiento.
- Verifique los intervalos de servicio de filtros y separadores de agua.
- Si los problemas aparecen de repente: revise cambios recientes al repostar o nuevos proveedores.
Consejo para técnicos: si se confirma contaminación, primero corrija la fuente de combustible. De lo contrario, los inyectores nuevos pueden dañarse otra vez muy rápido.
Qué hacer si se detecta contaminación
- Sustituya el filtro de combustible y drene correctamente el separador.
- Corrija la causa raíz: limpieza del tanque, mejor almacenamiento y revisión del proveedor.
- Enjuague/purgue el sistema cuando el fabricante (OEM) lo recomiende (sobre todo tras contaminación por agua).
- Compruebe los inyectores (retorno + prueba en banco) antes de reemplazar piezas “por sospecha”.
- Revise el postratamiento: controle la tendencia de carga de hollín del DPF y la estabilidad del sensor NOx tras la reparación.
Cómo DieselFixNeuss ayuda a evitar fallas repetidas de inyectores
DieselFixNeuss (Diesel Fix Neuss) apoya a talleres y flotas con inyectores diésel remanufacturados y probados en banco y sensores NOx específicos por aplicación. Si la contaminación ya ha causado desgaste o restricción en las toberas, una reparación fiable requiere componentes que restablezcan una combustión correcta y un diagnóstico que evite que el mismo problema se repita.
- Inyectores remanufacturados y probados: caudal, fugas y pulverización verificados para una combustión estable.
- Soporte de compatibilidad: verificación por referencia OEM y aplicación del vehículo para reducir riesgos de montaje.
- Enfoque sistémico: guía sobre cómo los fallos del inyector afectan el hollín, la carga del DPF y el comportamiento NOx/SCR.
Cuando el cliente culpa al inyector, le ayudamos a verificar si la causa real es la contaminación del combustible y cómo corregir el problema correctamente. Puede encontrar nuestros productos aquí.
Conclusión
La contaminación del diésel es una de las causas ocultas más comunes de fallas de inyectores, problemas de presión del rail y fallos de emisiones. El agua, las partículas sólidas y el crecimiento microbiano pueden saturar rápidamente los filtros, dañar las bombas, desgastar los inyectores y desestabilizar la combustión. Una vez que el patrón de pulverización se ve afectado, aumenta el hollín, sube la carga del DPF y los sistemas NOx/SCR trabajan bajo mayor estrés. Así se crea una cadena de síntomas costosa que parece “piezas defectuosas”, aunque la causa real sea el combustible.
Con comprobaciones tempranas sencillas — muestra de combustible, revisión del separador de agua, evaluación del filtro, monitorización de la presión del rail y prueba de retorno — los talleres pueden detectar la contaminación antes de que fallen los inyectores y evitar reclamaciones repetidas. Y si los inyectores ya están dañados, DieselFixNeuss ofrece inyectores remanufacturados y sensores NOx probados para restablecer de forma fiable una combustión estable y el cumplimiento de emisiones.

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